domingo, 23 de octubre de 2011

PRÁCTICA 3 L

PRÁCTICA 3: AYUDAS TÉCNICAS

El desarrollo de esta práctica durante la primera hora consistió en conocer diferentes dispositivos técnicos  orientados a la ayuda de las personas mayores, ya sean para facilitar las actividades básicas de la vida diaria, o para suplir problemas de inmovilidad o discapacidad. Estos diferentes dispositivos se clasifican en las siguientes categorías:
  • Dispositivos orientados a la higiene personal: esponjas y peines habilitados con mango para personas con movilidad reducida en brazos, silla de ducha especial, barandillas de ducha…
  • Dispositivos de eliminación: pañales, cuñas, dispositivos para elevar la altura del sanitario, suapelles de piel de cordero con mayor comodidad y traspiración, barandillas…
  • Dispositivos de ayuda a la alimentación: cucharas y platos adaptados, dispositivos para abrir botes, pastilleros, bandejas antideslizables y vasos que impiden el derramamiento de líquido.
  • Dispositivos para la comodidad en el hogar: cama domiciliaria con barandilla elevadiza, almohadón para silla de ruedas, colchón antiescaras, dispositivos de piel de cordero para proteger la piel de los pies, teléfono de casa con teclas habilitadas, sillón antiescaras…
  • Dispositivos de movilidad: bastón, silla de ruedas, andador, carritos motorizados, pedalier, dispositivos de rotación, para coger cosas a distancia…
  • Dispositivos de transferencia: arnés de seguridad, grúa, sillas de transferencia…

La segunda hora de práctica la dedicamos a la ergonomía, es decir, al aprendizaje de técnicas de movilización a pacientes encamados y sentados.

La movilización de los pacientes requiere el respeto de una serie de normas por partes de los trabajadores, ya que unas características ergonómicas inadecuadas supone un aumento de problemas musculoesquéticos.  

Practicamos el paso de decúbito supino a decúbito lateral La base para realizar una buena ergonomía consiste en separar bien las piernas y orientar pies y rodilla hacia el lado donde se va a hacer el esfuerzo para no realizarlo con una torsión de la columna. En este caso, nos colocamos a un lado de la cama del paciente (el lado hacia el que queremos girarlo) y procedemos a flexionar la pierna que nos queda más lejos, apoyándola sobre el colchón con su propia planta para conseguir una base más estable. Acto seguido, colocamos el brazo correspondiente a la pierna flexionada, en la cadera opuesta y sujetándolo de la cadera y del hombre, girar al paciente hacia nosotros.

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