BIBLIOGRAFÍA 5: Cambios biológicos y psicológicos en el envejecimiento
Referencia bibliográfica: García Hernández M, Torres Egea M.P, Ballesteros Pérez E. El anciano sano: cambios inherentes al proceso de envejecimiento. En: García Hernández M.P, Torres Egea M, Ballesteros Pérez E. Enfermería geriátrica. 2ª Ed. Barcelona: Masson; 2000. P. 27-43.
COMENTARIO PERSONAL
Este capítulo referente a los cambios en el proceso del envejecimiento se compone de tres apartados: cambios biológicos, cambios psíquicos y cambios sociales.
Respecto a los cambios biológicos, se trata del apartado más extenso de los tres. Habla de las modificaciones a nivel celular en primer lugar: desde el punto de vista macroscópico se observa una disminución del peso y volumen de los órganos. Microscópicamente se demuestra un retraso en la división, diferenciación y crecimiento celular a las vez que una disminución gradual del número total de células. También hay una pérdida de agua intracelular y un aumento del tejido adiposo. Después hace referencia al aspecto externo: los cambios en la piel (pérdida de elasticidad y deshidratación fundamentalmente) el envejecimiento del cabello (disminución de la velocidad de crecimiento y ausencia de melanina con la consiguiente decoloración) y el envejecimiento de las uñas (crecimiento más lento, fragilidad, estrías longitudinales). A continuación hace referencia a los cambios en los distintos sistemas: músculo esquelético, que se divide en envejecimiento óseo (disminución desmineralización ósea, disminución talla corporal y cifosis dorsal y disminución occipitohumeral), envejecimiento muscular (pérdida gradual de fuerza, de masa muscular, redistribución de la grasa total y tensión muscular disminuida) y el envejecimiento articular (deterioro articular, deshidratación cartilaginosa y crecimiento óseo irregular en el borde de las articulaciones); de modificaciones circulatorias, pulmonares digestivas, genitourinarias, nerviosas, endocrinas e inmunitarias, todas de las cuales se caracterizan por una pérdida de la funcionalidad y adaptación.
En cuanto a los cambios psíquicos, en general expone que supone cambios de comportamiento y autopercepción y reacciones específicas frente a nuevas dificultades. Las diferencias del estado psíquico atribuible exclusivamente a la edad no se manifiestan con el mismo grado de atrofia en todos los ancianos. La personalidad en su conjunto, pues no parece alterarse a menos que se produzcan modificaciones patológicas. “Se envejece tal como se ha vivido” es la más clara demostración de que se acentúan algunos rasgos pero no hay cambios en el carácter por solo envejecer.
Por último en el apartado de cambios sociales, expone que lo que se produce en el envejecimiento es principalmente un cambio de rol, tanto en el ámbito individual como en el contexto de la propia humanidad. Asimismo abarca las diferencias generacionales existentes a nivel del comportamiento social y las dificultades de adaptación e integración del anciano a estos cambios.
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